Alguien escribió alguna vez por ahí que "la vida es como una taza de café, si quieres que te vuelvan a servir café, la taza debe estar limpia y vacía" y si reflexionamos es totalmente cierto, no es bueno verter café caliente sobre los residuos anteriores o en una taza que no este limpia.
Así es nuestra vida queremos que cada día nos llene nuestra existencia de experiencias y de cosas buenas, pero debemos preguntarnos ¿estamos preparados para recibirlas?, lo más probable es que no... somos acumuladores de muchos recuerdos y experiencias que no aportan nada en nuestra existencias y así queremos recibir prosperidad a diario.
La verdad cada mañana debemos lavar nuestra alma de los residuos nocivos del Dia anterior, nuestro espíritu esta dispuesto a recibir cada día las mas hermosas experiencias pero si no esta desocupado simplemente se mezclara con esa suciedad y no podrá disfrutar el regocijo de un nuevo aprendizaje.
Lavar el espíritu es igual a lo que últimamente escuchamos como "soltar" y eso significa dejar ir por el drenaje, amores imposibles, metas inalcanzables en el momento, seres queridos que murieron etc.;, y no tiene que ser algo doloroso y traumático sino tomar la esencia de la enseñanza que deja cada experiencia.
Cada día nos levantamos preocupados y ansioso para recibir la felicidad, pero en realidad ¿estamos consientes de lo que en realidad nos hace felices? muy pocas personas lo saben y saben que debe estar preparados cada mañana para asumir el reto que impone la felicidad, es como tenias una taza en la que habías tomado café, pero no hay, solo te, ¿Qué debes hacer? sencillo lavar la taza y disfrutar la nueva bebida.
La felicidad cuando se concibe como no tener problemas, estar riendo todo el día, tener muchas cosas materiales, no existe, eso es simplemente parte de la sociedad de consumo que nos vende esa idea, la felicidad se redunda en la tranquilidad del espíritu. un corazón sosegado y un aprovechamiento del tiempo.
Vale la pena preguntarnos cada mañana que nos hace felices, sufrimos por lo que nos falta, pero no agradecemos lo que nos sobra, lavar la taza es buscar el equilibrio entre estas dos acciones; como lo dicen los budistas la felicidad es u estado mental de calma y bienestar.
Para lavar bien la taza es necesario utilizar un jabón que contenga los siguientes componentes:
SABIDURIA: para aprender a que no siempre tenemos tener la razón, saber en que momento es bueno opinar y en que momento es bueno callar.
HUMILDAD: para dejar de pretender ser el centro de atención, dejar de querer impresionar, dejar de competir con nuestros semejantes y dejar de querer controlar todo y todos cuanto están a nuestro alrededor, dejar de ser autoexigentes.
AGRADECIMIENTO: dar cada día las gracias por lo que tenemos, por lo aprendido, por lo bueno que llegara, el agradecimiento es un bálsamo que reconforta y cierra heridas.
cuando tenemos la fuerza y el valor de lavar nuestra taza de café, automáticamente el universo conspirara a nuestro favor y nos dará las cosas buenas que merecemos.
