jueves, 19 de marzo de 2020

REINGENIATE, es el momento.





En días como estos, cuando la epidemia del COIVD19 nos aqueja; me pongo a reflexionar sobre las ironías del ser humano.
Nos vanagloriamos de conquistar todo lo que nos rodea, crear cantidades de máquinas y artilugios para hacernos más fácil nuestra cotidianidad, de sentirnos los seres más fuertes sobre la faz de la tierra, de una libertad mal entendida que nos permite hacer lo que se nos venga en gana; y en un momento casi imperceptible un virus millones de veces más pequeño que nosotros se encarga de recordarnos que simplemente solo somos una especie más en el planeta.

Un virus que nos ha puesto a reflexionar acerca de la importancia de vivir de respetar y de ser felices, nos ha enseñado que las pequeñas e insignificantes acciones cuentan, que todos pertenecemos a una cadena y que cada uno de nuestros actos hacen un efecto dominó en nuestro planeta.

Desde que empezó el contagio los cielos han visto más azules; porque ya estamos pendientes de nuestra salud y no en nuestros vehículo, Algunos ríos tienen aguas más cristalinas, con más vida, y sentimos culpa por el daños  que a través de los años hemos causado en el medio ambiente.

De igual dice la ley de la física " No hay causa sin efecto, ni efecto sin su causa", la naturaleza también responde a nuestro comportamiento en una acción inteligente: colocarnos en peligro.

El COVID19, a pesar de todo lo que se especule sobre su origen, no deja de ser una respuesta natural, por medio de la cual la naturaleza intenta enseñarnos a vivir, a valorar lo que realmente es importante, a respetar el entorno y sobre todo a obedecer.

Este virus se ha encargado de recordarnos lo frágiles que somos, que nuestros tiempo en este planeta es incierto, limitado y sobretodo efímero; un virus que nos enseña que los humanos somos seres sociales, pero seres sociales que debíamos estar buscando la felicidad unos con otros en las cosas sencillas, y no seres sociales tratando de fortalecer sus egos a consta de sus mismo congéneres.

Nuestra vida es corta, efímera y frágil, no somos los amos del universo, no somos invencibles, no somos todopoderosos; la naturaleza en cualquier momento nos enseña que la fuerte es ella.

Talvez esta sea otra oportunidad para reevaluar nuestro diario vivir, nuestro comportamiento y tratar de cambiar para ser felices.

Date una oportunidad,comparte,cuida los animales y la naturaleza,respira, disfruta de los días
lluvioso y de los soleados, todo lo que te rodea está para hacerte feliz.

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