Los comienzos
del siglo XX fueron muy agitados, una guerra mundial, una pandemia etc.; pero también a su vez se abrió
la puerta para el mundo de la industria, que vio la oportunidad de renovarse y
aportar nuevos e innovadores productos al cliente.
Una de
aquellas empresas fue la US Radium Corporation ubicada en Estados Unidos y Canadá; esta
empresa se dedicó a fabricar comercializar los relojes luminiscentes, que brillaban
en la oscuridad y eso los hacia atractivos comerciales y el boom de momento.
Para este
momento la mujer se estaba abriendo camino a nivel laboral, por ello muchas
lograron encontrar un trabajo digno y con excelente remuneración en esta
empresa, además de que el trabajo no era para nada difícil; consistía en
pintar con un pequeño pincel los números
fluorescentes en los relojes, con una pintura radio activa que brillaba en la
oscuridad y que según la empresa era totalmente inofensiva para el ser humano;
para ello afilaban la punta de los pinceles con sus labios, fue tanto el éxito de
esta pintura que algunas de estas mujeres se pintaron sus uñas con esta pintura
en los tiempos libres, otras pintaban
sus labios y también laboraban con sus
trajes de fiesta para que luego
brillaran en la pista de baile, era algo espectacular trabaja con esta pintura,
con el tiempo estas mujeres se empezaron a conocer como “las chicas fantasma”,
porque sus cuerpos emitían una leve luminosidad.
Amelia
Magia una trabajadora de US radium Corporation
comenzó a sentir malestares, sus dientes se pudrieron, al extraerlos sus
encías se infectaron a tal grado que perdió su mandíbula inferior, sus huesos
se debilitaron y ya no pudo caminar, finalmente murió en 1922; su muerte según el acta de defunción fue
causada por una enfermedad venérea.
Grace
Fryer se retiró de la empresa y comenzó a trabajar como cajera en un banco, pero
al poco tiempo su cuerpo empezó a debilitarse, sus dientes se cayeron, su mandíbula
se inflamó y sus huesos se empezaron a quebrar fácilmente, al contactarse con sus excompañeras de trabajo se enteró que
algunas ya estaban en estado avanzado de esta extraña enfermedad y otras ya había muerto, como Amelia Maggia;
pero logro comunicarse con cuatro chicas ex trabajadoras de la US Radium Corporation,
y dieron inicio a una lucha en
contra de la compañía porque según ellas la causante de la enfermedad era la
pintura usada en la elaboración de los relojes.
Como es
esperarse US Raduim corporation negó cualquier responsabilidad sobre las
enfermedades de estas mujeres y argumento que la pintura no era nociva para el
ser humano; y con certificaciones falsas y estudios médicos firmado por
doctores inescrupulosos, pagados por la compañía, intento defenderse de las
acusaciones. ¿Porque solo las mujeres padecían
estos síntomas y otros operarios no sentían nada?, sencillo ellos si sabían de
la nocividad del Undark (pintura con sales
de radio, elemento que es un millón veces más
radioactivo que el uranio) y manipulaban la pintura con trajes y máscaras
protectoras, mientras que las chicas trabajaban sin ninguna protección.
En 1927
por fin se logró entablar una demanda contra la US Raduim Corporation, pues ya
los estudios realizados por el patólogo Harrison Stanford, demostraban que la exposición
a la Radiación trae consecuencias nefastas e irreversibles para el ser humano;
pues el Radio se deposita y se adhiere en
los huesos para siempre y empieza a desintegrarlos, produce anemia severa lo
que conlleva a sufrir hemorragias incontrolables y fatiga crónica.
La compañía
negaba a toda costa su responsabilidad y entorpecía los procesos, falseaba
autopsias, adjuntaba estudios falsos; a estas alturas “las chicas fantasma”
llevaban perdida la batalla legal por sus derechos, pero en 1928 sucedió algo
que cambió el rumbo del proceso; acaeció la muerte de un hombre, justo el que había
inventado la pintura luminiscente y el caso llego a los medios de comunicación quienes dieron gran despliegue a
la historia; así salió a la luz pública
la terrible verdad, la pintura luminiscente era la causa de la muerte de
decenas de chicas y de cómo la empresa había
ocultado la verdad a propósito.
Y por fin
en 1938,la justicia fallo a favor de “las chicas fantasma” y la empresa tuvo
que acarrear con los costos del juicio, gastos médicos, una indemnización
onerosa y una pensión vitalicia para las cada una de las afectadas, y aunque para la gran mayoría de
ellas fue demasiado tarde, ya habían muerto o estaban moribundas, este suceso
marco un hito en la historia laboral del mundo,
así nace la obligación de las
empresas de cubrir la seguridad de sus empleados y a reconocer las indemnizaciones
por enfermedades laborales, por ende se reformaron las leyes laborales
internacionales, y se dio más importancia a la legislación
sobre los derechos de los trabajadores.
Amelia
Maggia, aun después de muerta siguió revelando los efectos nocivos del radio,
pues años después decidieron exhumar su cadáver y comprobar la causa de su
muerte y para sorpresa de los investigadores el cuerpo aun brillaba, la tumba
de Amelia igual que las de las demás chicas emanaba irradiación, como se pudo
comprobar luego de acercar un contador
Geiger a las tumbas, pues el radio penetró
los huesos y tardara en desaparecer unos 1.200 años.
El Radio fue
descubierto por la polaca Marie Curie en 1898 y se siguió usando en la
industria con extremados cuidados y protección hasta casi los años sesenta.
Kate Moore. The Radium Girls. Ria Christie Collections. 2016.
ABC sociedad. EL escuadrón de las muertas-vivientes feb de 2019
Terrible historia.. Tuvo que morir un hombre para lograr una sentencia a favor de las mujeres.. Ademas la contaminación y el desastre ecológico hasta en el cementerio..
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