lunes, 20 de julio de 2020

LA MUJER Y LA EDUCACIÓN SUPERIOR


Ha pasado mucho tiempo y muchos avatares, desde que Bettzia Gonzzadini obtuvo su título en derecho en la Italia de 1239. Y no ha sido fácil, pues para la mujer lograr  hacer valer su derecho a la educación: ha sido un camino arduo, de lucha continua contra el género masculino que mantenía sumisa a la mujer, y también contra gran parte del género femenino; que aceptaba con sumisión el papel, el rol  y el sitio que una sociedad machista, muy convenientemente les había impuesto. 
En el transcurrir del tiempo se podían ver algunos asomos de rebeldía y carácter en algunas mujeres que consiguieron llegar a estas instancias de la educación; pero no pasaba de eso, algunas pocas se iban convirtiendo en pioneras al lograr llegar a estudiar a la universidad, pero igualmente no conseguían que las mujeres llegarán en forma masiva a la educación superior, algo como lo que reza el refrán" Una golondrina no hace verano". Algunas fueron estigmatizadas, otras repudiadas, muchas tuvieron que dejar sus hogares para intentar lograr estudiar en una universidad. 
Las mujeres tenían que luchar primero por romper el esquema de comportamiento que los "machos" habían ideado para ellas desde el mismo momento que la humanidad empezó a existir, lavar, planchar, atender al marido tener hijos etc.;, ese era su papel dentro de la sociedad, y toda esa información se transmitía de generación en generación, entonces? para que educación superior? la mujer no necesitaba formación universitaria, ese era un privilegio para los hombres, el género masculino podía discernir, analizar, pensar, en fin  estaba hecho para educarse; pero afortunadamente algunas mujeres a través de la historia se armaron de valor y tesón para conseguir que el derecho a la educación superior fuera para todos igual.
Y fue como en el ocaso del siglo XIX, empezamos a ver que eran cada vez más las mujeres que comenzaron a acceder a la educación universitaria, aunque siempre existió el rechazo de la sociedad, y se empezaron a crear títulos y planes de estudios universitarios solo para ellas, fue gracias a cada una de estas heroínas incógnitas que se fortaleció el derecho a la educación superior de la mujer.
Ya en el comienzo este siglo vemos como la educación superior no diferencia género y la mujer desempeña un papel importante dentro de la misma, es tanto así que hoy por hoy, las mujeres superan en número  en el ingreso a la universidad a los hombres.
En Colombia desde 2007 la población femenina universitaria ha crecido año por año en relación a la población universitaria masculina, en algunos casos  hasta un 6% más. En España desde el 2015 al aumento de mujeres en la universidad va en subida así como en la gran mayoría de los países del U.E. lo mismo sucede en gran parte de américa latina.
Aunque estas cifras aumenta todavía quedan algunas falencias de discriminación de género, y se podría decir que la igualdad de derechos de la mujer en la educación superior seguirá siendo un motivo de lucha para las mujeres.
A continuación  un pequeño recuento de las pioneras de la educación superior en algunos países:
En el siglo XIII Bettzia Bozzadini, Italia graduada en derecho y también la primera mujer en impartir catedra universitaria.
Siglo XV en España, Lucia de Medrano; licenciada en letras y catedrática en gramática en la universidad de Salamanca.
Siglo XVII, en Francia Juliana Morell obtuvo por  primera vez un doctorado en leyes en 1608, en Holanda en 1636 la Universidad de Utrecht recibe a Anna Maria Van Schurman y la convierte en la primera mujer en acceder a la educación superior en este país; en 1644 Suecia recibe las dos primeras  estudiantes universitarias, Úrsula Agrícola y María Joane palmgre, en 1754 Dorothea Erxleben se convierte en la primera alemana en obtener un doctorado en Alemania.
En el siglo  XIX, El Reino Unido concede título  en medicina a Miranda Stuart, quien estudio simulando ser un hombre en 1812; en 1831 La universidad de Mississippi se convierte en la primera institución en impartir clase a las mujeres en los Estados Unidos, y en 1836 se funda la Wesleyan  College que fue la primera institución en el mundo en graduar solo mujeres; entre 1850 y 1874 paulatinamente Europa va concediendo  el derecho de la  la educación Superior a la mujer, en 1859 Rusia permite que las mujeres estudien medicina en la universidad de San Petesburgo; 1861 Suecia abre la  primera institución de educación superior para mujeres; 1887 Chile gradúa a Eloísa Díaz como la primera medica chilena; así mismo México con Matilde Montoya y Brasil gradúa a Rita López, juntas graduadas en medicina.
En el siglo XX se da la verdadera apertura y  se  reconoce totalmente el derecho de la educación superior a la mujer, países como Egipto, Japón, Bulgaria y cuba son pioneros en esta  modalidad ya desde este momento se puede decir que la  lucha de las mujeres por  la educación superior empezó a dar frutos.

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