jueves, 26 de marzo de 2020

EL VERDADERO MIEDO.




                                                        El verdadero miedo.

Estos días de cuarentena, nos han servido a casi todos como espacio de reflexión, pero sobre todo de temor.

¿Cual es el verdadero miedo que tenemos? ¿Acaso tememos morir? ¿estar en un hospital aislados?; pues ciertamente estas opciones son válidas, pero en realidad lo que más nos causa miedo es el desprendimiento del dinero; Si como lo leen el mayor miedo es perder todas nuestras pertenencias.

Cuando uno habla con la gente en la calle se puede ver reflejado ese miedo a despojarse de lo material pues nadie tiene un temor hacia el COVID19, el temor se enfoca a la parte económica, eso es lo que verdaderamente produce pánico

A pesar de que los gobernantes mundiales ha empezado a tomar medidas acerca de la pandemia, tales como congelamiento de créditos, servicios públicos, arrendamientos y demás, nadie está tranquilo porque tal vez a una gran mayoría de personas esta epidemia lo encontró con muchos lujos y muy poca plata.
Y entrando en el análisis a fondo de la situación, me pregunto porque si es un virus que puede llegar a causarnos la muerte, no dejamos de pensar en lo económico; muy sencillo, vivimos en una sociedad basada en el dinero, una sociedad que mide todo a través de la cantidad de dinero que tengas de ahí que estemos aterrados al pensar que esta pandemia nos lleve a quedar como derrotados económicos, tanto que nos cuidamos no por el virus, sino porque pase rápido esta situación y que nuestras pérdidas no sean tan notorias, como lo dije antes es el valor que tengo ante la sociedad, la que está en juego.

Es el miedo de pasar de un estatus económico alto a uno bajo lo que nos atemoriza; es pensar que no podremos tal vez volver a comprar un móvil de alta gama o un televisor con las últimas novedades tecnológicas lo que nos llena de temor; porque sencillamente la recuperación de esta pandemia será lenta y si aprendimos la lección mucho más difícil habrá de ser.

Sea esta la oportunidad de aprender un poco de economía y empezar a evaluar que todo lo material es efímero y que por tanto no será para siempre; todos los que murieron a causa del COVID19, no se llevaron nada de que tal vez atesoraban en el transcurso de la vida, muchos ni siquiera tuvieron un ataúd, una ceremonia de despedida y muy probablemente sus restos no reposan en el panteón por el cual duraron muchos años de la vida tratando de pagar.

Hay un refrán popular que dice "Nadie sabe para quién trabaja"; ahora es el momento de pensar para quien trabajamos y para qué nos endeudamos tanto, por quien dejamos de vivir sencillamente y nos convertimos en asiduos clientes de la sociedad de consumo. Para muchas personas este tiempo en este tiempo de encierro han empezado a darse cuenta tal vez de los rayos de sol que entran por sus ventanas y que en el tiempo que llevaban habitando sus casa no se habían dado cuenta, algunos se habrán dado cuenta que el calor de hogar es mucho mejor que el calor sofocante de los sistemas de transportes en el cual pasaron la mayor parte del tiempo para ir a buscar unos lujos que tal vez no ha disfrutado, tal vez la vida nos están enseñando a disfrutar lo que hemos conseguido antes de que sea demasiado tarde.

Matemáticamente se podría expresar así: a mayor deuda mayor será tu miedo a perder, por causa de la pandemia; y con esto no voy a decir que los créditos son malos sino que tenemos que evaluar la necesidad respecto al endeudamiento, preguntarnos si vale la pena financiar cosas solo por el hecho de tenerlas así no las necesitemos, los créditos se crearon para casos de extrema urgencia, pero ahora como los bancos que viven de ellos, nos vende créditos y nos crean necesidades.

He hablado con personas que maneja una economía informal, que gana su sustento día a día y su mayor preocupación es que pase el periodo de cuarentenas rápido, que no se enfermen para poder salir a trabajar como lo han hecho siempre; sus deudas son aquellas que se han generado por el estado de confinamiento y que por suerte ya se han tomado medidas de espera, tales como servicios públicos, arriendos y algunas veces mercado, y se irán mejorando tan pronto se pueda comenzar a trabajar y lleguen ingresos.

Y para terminar te pregunto ¿cual es tu verdadero miedo?