martes, 2 de noviembre de 2021

EL DISFRAZ DE LA VIDA.


Triqui, triqui Halloween. una frase muy escuchada en los días que pasaron y aunque esta festividad tiene adeptos y detractores según el enfoque histórico, lo cierto es que esta fecha refleja en muchos adultos la necesidad de disfrazarse; pero ¿cuál es la verdadera razón por la cual los adultos se excusan detrás de los niños para usar diferentes trajes y mascaras y dejar volar la imaginación? 

la verdad es que en este tema hay muchas opiniones, algunos opinan que se debe a la vergüenza de ser como realmente somos; otros que se debe a a necesidades insatisfechas; parte vida al niño interior que llevamos dentro o simplemente romper la rutina del día a día.

pero mucho mas allá del trasfondo de los carnavales, el teatro y la sexualidad, nuestra vida transcurre detrás de un disfraz llamado personalidad, de hecho la palabra personalidad como tal proviene del griego  "Prosopon" que significa mascara teatral; lo que indicaría que nuestro comportamiento va de acuerdo a normas y canones sociales establecidos.

De alguna forma nuestro comportamiento obedece a normas socio culturales establecidas en algún momento y que son aprendidas a lo largo de la niñez y conforman nuestra personalidad, de allí que el niño, no llora, es sensible, no debe demostrar amor y las niñas, deben llorar por todo, no pueden gritar y todo su comportamiento es ligado a la sensibilidad, en fin eso es solo una muestra del disfraz que vamos adquiriendo a lo largo del tiempo.

Ahora bien, los estereotipos establecidos, los roles de genero y lo roles profesionales, son reflejados en los disfraces, ya que estos nos ayudan a reproducir aquellas conductas usualmente reprimidas y que son castigadas, tales como el hombre al vestirse de mujer para dejar aflorar su lado femenino aunque sea de forma burlesca, pues el disfrazarse permite expresar comportamientos reprimidos y mal vistos por la sociedad, permite idealizar otros roles que en contextos normales no sean los permitidos, tales como el disfraz del enfermero, estilista, muñeco, bombera, mujer futbolista, ect;, porque el disfrazarse permite comportamientos en un juego irreal y podemos ejecutar acciones sin la penalización social.

El disfraz ha sido también una forma fácil para relacionarse con el entorno, los carnavales a nivel global eran fiestas para el pueblo y la clase oligarca quiso integrarse a ellos detrás de una mascara y poder disfrutar de las fiestas y jolgorios, en otras regiones como en Nariño (Colombia) existe un carnaval llamado de blancos y negros que unos días eran especiales para la etnia blanca y otros días para la etnia afro, pero algunos blancos se pintaban la cara de negro para compartir la fiestas de los afro y así mismo el afro se pintaba de blanco para integrarse a la fiesta blanca.

Las artes han permitido la evolución y la masificación del disfraz, detrás una representación artística está también el alma desnuda del creador, por eso a pesar de la controversia del día de Halloween, detrás de su contexto mitológico, religioso y cultural, a pesar de provenir de un acto de magia, está la verdadera acción humana de sacar a flote su verdadera naturaleza así sea detrás de un disfraz; es quizás la única forma de romper ese disfraz diario que nos permite interpretar una conducta socialmente aceptable.

Este sencillo acto del disfraz permite al individuo liberar parte de su propia personalidad que de alguna manera permanece reprimida todo el año, claro esta que esto esta sujeto a los valores aprendidos y los comportamientos aprendidos que en algunos individuos son muy rígidos y no dejan que se actué de otra manera.

disfrazarse es bueno para la salud emocional del individuo.

 te pregunto ¿Cuál es tu disfraz?